Tirita de lluvia la mañana
y gotas de perlas quedan
entre tus cabellos.
Tu blusa negra opaca el gris
haciendo rodar el agua abajo…
El cielo desatado nos llueve
con tus manos
desentierras
el mediodía mojado.
No te vayas aún…
Llévame al diluvio de tus brazos.
Al fuego que me apague toda esta sed
Quiero ser como un colibrí
que viva siempre atrapado
entre los límites de tus manos…
Pedro Arce
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